BCCPAM000540-5-09000000000000
nos escritores modernos que tratan este punto de las consolaciones divinas, como si jamás hubieran pisado ese camino misterioso, ó como si él no existie» ra y no estuviera Meno de almas que corren hacia Dios. Poreso harían muy bien los que no son condu- cidos por ese oculto sendero, con no entremeterse en este asunto de los favores espirituales, porque lo que digan carecerá de autoridad parael experimentado, y podría dañar al ignorante. Mas dejando esto á un lado y viniendo á nuestro asunto, todos esos regalos divinos podemos reducir- los á dos clases: los consuelos espir ituales y la dulza- ra interior, que, aunque todo parezca una misma cosa no lo es, sino que tienen diferencias muy notables, porque obran de diferente manera en el alma. Lla- mo consuelos á ese regalo divino que se experimenta en la Comunión ó en la oración, y que produce en el alma un júbilo santo, un placer, deliquio ó- gozo es- piritual vivo y fuerte, por el cual se siente el alma atraída hacia su interior, é inundada de purísimas emociones. Este consuelo, dispone al alma, cuando Dios quiere elevarla á másalto grado, para los favores ex- traordinarios de que yate he dicho que «no quiero tratar. El carácter pr incipal de ese consuelo divino es ser pasajero, pues no se siente por lo: común más queen el recogimiento de la oración, y en los feryo- res de la Comunión, y solo se concede de ordinario á los que hacen sacrificios de abnegación, despreciando los gustos y pasatiempos del mundo. Tiene también otro carácter, y es que, á pesar de los buenos efectos que obra en el alma, la dejan (cuando se retiran) con cierta propensión á la tristeza santa, y á veces con cierta tendencia natural á la irritabilidad, tendencia y propensión que (4 lo.que yo entiendo), debe ser producida por la misma viveza del gozo que el alma siente con los divinos consuelos, lo cual no pasa con la dulzura interior. Entiendo aquí por dulzura interior esa suavidad es-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz