BCCPAM000540-5-09000000000000

115 quieras, pero explica á maravilla la verdad que sen- tamos al principio; y esta verdad es más clara, si notas que las palabras puestas en boca de los Santos, ó fueron dichas por ellos mismos, ú están muy en consonancia con su vida y modo deser. Yo para mi tengo por indubitable que si, Santa Teresa de Jesús se hubiera casado, ó hubiera sido infiel á su vocación, se hubiera condenado; y ella misma dice que el Señor le mostró. el lugar que tendría en el infierno, si no hubiera correspondido á las gracias recibidas. Al contrario, si la B. Juana de Aza se hubiera metido cuando joven en un convento, quizá no fuera hoy Santa, y seguramente no hubiera sido madre del Patriarca Santo Domingo. Del mismo modo, Jerónimo se dedica á la enseñanza de niños pobres, le hubiera faltado mucho para ser un San José de Calasanz: y si á éste le da por interpretar las Santas Escrituras, hubiera estado muy distante de ser el Doctor máximo de la Iglesia. Si Santo Tomás de Aquino se hubiera empeñado en convertir infieles, no creo que hubiera llegado á ser ur San Francisco Javier; y si éste se pone á escribir la Suma, quizá no hubiera escrito ni los Quolibetos. Y esto, ¿por qué? Ya te lo tengo dicho, cara Teófila: porque nadie se ha hecho santo, contrariando las buenas inclinaciones que Dios le dió, sino al revés, cultivando las bue- nas cualidades de su carácter. Es un error jansenista creer que la gracia se opone siempre á la naturaleza; porque sucede lo contrario, es decir, que la gracia se acomoda de ordinario á la naturaleza. Por consi guiente, ten entendido que no apruebo, ni aprobaré nunca la privación de una acción buena, sólo por- que tesientes inclinada á su práctica; lo que sí aprue- bo es que te dediques á las prácticas piadosas á que te sientas más inclinada, aunque en ello encuentres grande gusto y complacencia; porque eso es indicio de que Dios quiere Santificarte por ese camino; pero en todo eso, procura sobrenaturalizar tus acciones, si San CARTAS A TEOFIBZA 9

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz