BCCPAM000540-5-07000000000000
A MA UA A j | 'l ] 448 FLORES DEL CLAUSTRO ¿Pero no me falta nada para presentarme bien ataviada ante tus divinos ojos, y partir contigo al cielo? ¿No me falta nada? Sí; á mi frente le hace falta una corona y á mi mano una palma; pero ¡ay! yo no puedo ser coaonada, si tú no me coronas; yo no puedo osten- tar en mi mano la palma de la victoria, si tú no me la das. Es necesario, pues, Jesús adorado, que esas dos preciosas joyas, las más hermosas de mi tocado, me las traigas tú del cielo, que allí es donde se tejen esas co- ronas, y se crían aquellas hermosísimas palmas en los jardines celestiales. ¿Y tú, Amado mio, cómo vendrás engalanado para celebrar las bodas con esta pobre alma? ¡Ay! qué her- moso vendrás! ¡me parece verte! Tú vendrás envuelto en manto de gloria, para envolver en él á tu amada y empuñando en tu mano como Rey el cetro de eterna potestad. Tu rostro á manera de un sol, despedirá más rayos de luz que el astro del día en toda su plenitud; y ¡ay Jesús mio!, cuando nuestros ojos se encuentren por vez primera, después de esta vida; cuando yo con- temple sin velos ni misterios el rostro de mi Amado, ese hermoso rostro que yo he visto en sueños y que forma mis delicias y mis encantos, ¿qué sentiré? ¡Oh qué dicha! Pues ¿y tu acento, Rey mio? ¿Cómo será el eco de tu voz? ¿será tan sonoro como el murmurar de una fuente cristalina? ¿Será tan armonioso como el canto del ruiseñor, cuando en la primavera trina sobre el ciprés de mi convento, al rayar la aurora? ¿Será tan dulce y suave como el sonido de un arpa, cuando en el cielo recorre sus cuerdas la ifñano de un angel, arrancando de ella melodiosos sonidos? ¡Sí.... algo así, y más, mucho más, porque la Naturaleza -no tiene ar- monías comparables á tu divino acento. ¡Cielos! decid- me, ¿á qué se asemeja el acento de mi Amado?
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz