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Y ARRULLOS DE PALOMAS 387 ¿Y por qué no lo fuiste siempre? ¿Por qué -cuando formaste mi corazón su primer latido no fué para ti? ¿Por qué, cuando la luz de la razón vino á inar mi mente, no fué su primer pensamiento para el Dios es condido en el Sagrario? ¿Cómo viví lareos años fuera de ese cielo de la tierra? ¿Tendré yo lágrimas bastan tes para llorar mi tiempo perdido? ¿Tendrá mi corazón latidos abundantes para recuperar el tiempo en que no te amé, oh amor Sacramentado? ¡SÍ, Dios mio, si! Yo doblaré los latidos de mi co razón: yo acrecentaré su ternura, multiplicaré su vehemencia, aumentaré su fineza y lo encerraré en tu tabernáculo para hacerte continua compañía con los ángeles del cielo ¡Dejadme paso libre, espíritus angélicos! ¡Abridme esa prisión, donde mora por mí el Amado de mi alma! ¡Dejadme llegar hasta él y tomar posesión de lo que es mio! ¡Este lugar no os pertenece porque es mi here dad! ¡La mansión de los ángeles es el cielo: idos allá! ¡El Sagrario es el nido de las palomas amantes, dejad lo para nosotras! ¡No se quedó en la tierra por vos otros, sino por mí! No se oeultó en el Sagrario para sus ángeles, sino para sus sieryas. Dejadme, pues, lo que es mio: dejadme el lugar que me córresponde, que Mientras él sea mi prisionero, su carcelero será mi amor. Y sios queréis quedar aquí, quedáos enhorabuena; pero en segundo lugar, para adorarlo conmigo y con- migo amarlo por los ingratos que no le aman. ¡Ay, amor mio Sacramentado! á tí vengo como ciervo sediento á la fuente cristalina; déjame apagar