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O CARTAS Á SOR MARGARITA 321 Cristo han venido al claustro á servir y no á ser servi. das, á trabajar y no á que les trabajen. Y si después de trabajar Dios quiere probarlas haciéndolas sentir alguna vez los efectos de la santa pobreza, bendigan á Jesucristo que las hace semejantes á sí mismo, que a nació pobre, vivió en pobreza y murió desnudo en la cruz. Áma esa pobreza, y si ha de haber falta en la Comunidad, esa falta caiga en ti, ayunando tú porque ellas coman y sintiendo el frío porque ellas anden abri- gadas. ES AR A E AS a Portándote así, serás como nave de mercader que de lejos trae su pan en preciosas mercancias. Facta est quasi navis institoris de longe portans panem suum. La nave del mercader todos los viajes dobla la ganancia, porque en un puerto coje las mercancías que allí abun. dan y se dan baratas, para llevarlas á otro puerto don- de escasean y se venden caras; y aquí carga también A A a de lo que sobra y vale poco, para llevarlo de regreso á su patria, donde lo ha de vender á precio alto, por ser cosa rara. Pues tal dice el Espíritu Santo que es la bue- na Prelada. Se embarca en la nave de la oración y na- vega hacia el cielo, llevando las oraciones, lágrimas, suspiros, penitencias, aflicciones, trabajos y mortifica- ciones suyas y de sus hijas, cosas que en la gloria se estiman mucho, por no haberlas allí; y de allá vuelve cargada de riquezas celestiales para su convento y de todo lo que sus hijas han menester. Enseñanzas divi. nas, ejemplos de virtud, doctrina celestial, bendicio nes de lo alto, misericordias de Dios, dones del Espiri- tu Santo y cuanto se puede desear para provecho de las almas, todo lo trae ella en abundancia: y no sólo lo espiritual, sino hasta lo temporal, pues, si falta algo necesario en su monasterio, se embarca de nuevo en el bajel de la oración, hinche sus velas al soplo del Espí- ritu increado y muy en breye arriba á las playas ce- 21