BCCPAM000540-5-07000000000000
Ó CARTAS Á SOR MARGARITA 217 piensas que no debe ser asi. Poco alcanzas en acha.- ques de etimologíias, si ignoras que la palabra monja significa solitaria, anacoreta, ermitaña ó mujer que vi- ve en soledad; y monasterio ó convento el lugar don- de convienenó se juntan esas anacoretas para vivir bajo una misma regla, sin dejar por eso su recogimien- to y retiro, tanto interior como exterior. De modo que, si por esta causa el monasterio parece un desierto y las monjas solitarias, no hacen más que parecer lo que en realidad deben ser. La monja debe vivir-en retiro constante, huyendo siempre del comercio del mundo y del trato con los hombres, porque debe vivir sólo para Dios: y muchas no viven para Dios, sino para sí mismas y quizás para el mundo. ¡Qué lástima! Lo que no puedo concederte es la otra parte de la objeción, á saber, que la soledad y el retiro hagan tris- te y amarga la vida religiosa. Antes que tú me han he- cho de palabras esa misma objeción. Una Priora llegó á decirme (con cierto tonillo de doctora) que el mucho retiro no conviene á las monjitas, porque se vuelven melancólicas y ponen una carita muy triste ¡Qué ex- presión tan mundana! Quien me la dijo me pareció al- gún tanto aseglarada, y seguramente no había gustado nunca las dulzuras del retiro santo. ¡Qué ignorancia, Dios mio! ¿Amarga la soledad? ¿Triste el retiro? ¿Hay acaso en la vida cosa más agradable y deleitosa que la soledad santa, donde el entendimiento recogido y el corazón desembarazado de aficiones terrenas se unen á Dios recreándose con sus celestiales coloquios? ¿En dónde nos visitan los ángeles del cielo, y en dónde nos habla Dios interiormente más que en la soledad? En ella se llena el alma de afectos devotos, se ejercita en las divinas alabanzas, adquiere inocencia de vida, li- bra sus ojos de vanidades seductoras, no necesita para su lengua freno que la guarde de contiendas y porfías
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz