BCCPAM000540-5-07000000000000

Ó CARTAS Á SOR MARGARITA 197 ción, que es lo que él pretende, por ponerse á luchar con- tra ellos; mas aun algunos lo dejan del todo, parecién- doles que en aquel ejercicio les acaecen más aquellas cosas que fuera de él, como es la verdad; porque se las pone el demonio más en aquella que en otra cosa, para que dejen el ejercicio espiritual. Y no sólo eso, sino que llega á representarles muy al vivo cosas muy feas y torpes, y á veces muy conjuntamente acerca de cua- lesquiera cosas espirituales y personas que apruvechan sus almas, para aterrarlas y acabarlas; de manera, que los que de ello hacen caso, aun no se atreven á mirar nada ni poner la consideración en nada, porque luego tropiezan en aquello ó esto; particularmente á los que son tocados de melancolía acontece con tanta eficacia y vehemencia, que es de haberles lástima... “El tercer origen de donde suelen proceder y ha- cer guerra estos movimientos torpes, suele ser el temor que ya tienen cobrado estos tales á esos movimientos y representaciones torpes; porque el temor que les dá la súbita memoria en lo que ven ó tratan ó piensan, los hace padecer estos actos sin culpa suya., Hasta aquí San Juan de la Cruz. Tenemos, pues, que según la doc- trina de este Santo y místico Doctor, no debe temer ni acobardarseé el alma casta por las sensaciones impuras queen su cuerpo experimente, ni por ellas debe dejar la oración ni los ejercicios de la vida religiosa, sino despreciar y aborrecer todo lo que sea tentación, sin hacer más caso de ella que del ladrido de un perro ata- do que no puede romper la cadena. Lo que ha de hacer es no acercarse á donde alcance la cadena, es decir, evitar las ocasiones, huir de los peligros, no dormirse sobre los laureles, no confiar en las victorias pasadas ni tenerse por segura, porque la seguridad es madre del descuido, éste produce el abandono y por ese cami- no fácilmente se llega al pecado.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz