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— 62-- fuerte dela promesa divina? ¿Quién la ha visto? ¿Cuándo aparecerá? Y Jesu- cristo para mostrar al mundo que su Madre es la mujer fuerte buscada por Salomón; para enseñarnos que María es la mujer prometida en el Edén, y desti- nada á quebrantar la cabeza del dragón antiguo, la llamó. mujer y no Madre. Mulier! Y lo que es más admirable to davía; aquella mujer tenía entonces de- bajo de sus plantas á la serpiente infer- nal, encadenada á la cruz por la voluntad omnipotente de Dios. Cristo triunfaba en aquel momento del demonio, redi- miendo á la humanidad; y los despojos de su victoria y la cabeza de su enemigo los ponía Jesús por trofeo á los piés de María, que comenzaba á ser en aquel instante la Madre de todos los redimidos. Por eso la dice: Mulier, ecce filius tus! Mujer, alrí tienes á tu hijo! Todo redimi- do es hijo tuyo; tú eres la madre uni- versal de todos los que nazcan á la vida de la gracia. En este orden, la Virgen es, como anuncié antes, nuestra Madre real y ver-