BCCPAM000540-3-36000000000000

20 J pecado y el de la permanencia y obsti- nación en la maldad? No! por ese camino se va infaliblemente al término del mal ladrón, á la condenación eterna; y yo no quiero que ninguno de vosotros tenga ese fin tan desgraciado. Yo deseu ar- dientemente la salvación de vuestras al. mas, y poreso digo á cada uno en parti- cular lo que el ángel del Señor dijo al patriarca Lot: Salva animam tuam (1). Lot salva tu alma! ahora que tienes tiem- po. Sálvala por la penitencia y por la humilde confesión de tus culpas, como el buen ladrón. Cristo se muestra pro- picio á concederte el perdón, con tal que tú se lo pidas arrepentido, y dejes el ca- mino de la culpa. Aprovecha la ocasión, póstrate á sus plautas, pídele que te convierta á mejor vida, y no sólo te concederá esa gracia, sino que te dará también el paraíso, diciéndote como al afortunado Dímas: Tú serás conmigo en el Paraíso. (1) Gen. XIX, 17,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz