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AE dos ladrones que habían sido el terror de aquella comarca; y de este modo se cumplió en El el vaticinic de Isaias que había dicho: Será contado entre los mal- hechores (1). Esto se hizo por con- sejo de los escribas para eclipsar y anular la inocencia del Salvador, á fin de que el pueblo que lo tuvo por Mesías, y ocupaba á la sazón la meseta y las faldas del Calvario, lo tuviese ahora por delin- cuente, y no dudase de que era tan cul- pable como los otros malhechores que con El morian crucificados. El Cordero de Dios que quita los pecados del mundo (2) toleró esta horrible afrenta, y qui- so estar entre pecadores para perdo- nar pecados: porque El, que en las alturas del Tabor estuvo entra Moisés y Elías; El, que por naturaleza está entre el Padre y el Espíritu Santo en el foco de la luz inaccesible; El, que en el día tremendo del juicio final tendrá á su de- recha á los bienaventurados y á su iz- quierda los réprobos, no rehusó morir 1) Is. LITI, 12. 2) Joan. 1.29