BCCPAM000540-3-36000000000000

ADVERTENCIA AL LECTOR mr tara La antigua Provincia de los PP. Capuchinos de Andalucía, desde la época de Felipe II en que fué fundada hasta los dias aciagos de la exclaustración. tuvo la gloria de dar á los reyes de España excelsos predicadores, entre los nuales sobresalieron por su sabiduría y sus heróicas virtudes los venerables Pa- dres Capuchinos Agustín de Granada, Francisco de Jeréz, Leandro de Antequera, Félix José de Ubrique, Isidoro de Sevilla, Rafael de Vélez, después Arzobis- po de Compostela, y sobre todos aquel asombro de su siglo, prodigio de santidad y gigante de la elo- cuencia que se llamó Fr. Diego José de Cádiz, eleva- do al honor de los altares por el Papa León XII. Interrampida esa tradición gloriósa en el siglo XIX, por las revoluciones y trastornos políticos que alcanzaron por igual á los conventos y al trono, S. M. el rey don Alfonso XIII, que Dios guarde, ha tenido á bien reanudarla shora en los comienzos de su reinado, al ser restaurada la Provincia Capuchina de Andalucía, sorprendiéndome y hourándome con el nombramiento de predicador suyo, ho por las condi- ciones personales que en mí púedan concurrir, Jas cuales son muy escasas; sino por el cargo de Ministro Provincial, con que la misma Provincia me ha enal- tecidu repetidas veces, sin yo merecerlo. Invitado á predicar este año en la Real Capilla el sermón de las Siete palabras, debí aceptarlo, tanto por las causas que indico en el exordio del mismo, co- 1mo por reanudar la tradición mencionada; y aunque soy enemigo acérrimo de escribir y publicar sermo- Ues, ruegos amistosos y altas indicaciones que no puedo desatender, me obligan hoy á publicar éste en el cual como verá el lector, predomina un doble pensa- miento; el sacerdocio de Cristo y el sacrificio de la Cruz. Sobre ese tema pudiera escribirse un libro magnífico, del cual no es más que síntesis ó breve compendio este pequeño opúsculo, que tendrá lectura para poco más de dos horas, Que ella, lector benévo- lo, te haga amar más y más áú nuestro divino Salva- dor es lo que desea En Auron.