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— 116 — SEÑOR: V. M. como rey constitucional tiene una misión importantísima que cumplir. ¿Cuál será ésta? ¿Qué destino le reserva la providencia divina en la his- toria de España? Ah! no lo sé, porque no soy profeta; ni lo puedo congeturar, por- que veo muy oscuros los horizontes polí- ticos; pero sea cual fuere ese destino, yo pido al Cielo que V. M. lo cumpla con fidelidad heróica, para que en la última hora de su vida, que llegará sin remedio, pueda decir con aire de triunfo. Consum- matum est. He cumplido los deberes de un buen monarca; fomenté la cultura na- cional; amé la justicia; defendí la reli- gión católica que tantos días de gloria, de esplendor y de grandeza dió á la pa tria; escuché los clamores del pueblo; me interesé por la suerte de los obreros; me sacrifiqué por mi nación; regeneré á España, y termino gloriosamente mi reinado en la tierra, para comenzar otro de más gloria en el cielo. Señor, esto de- seo á V. M. para que en su última hora pueda exclamar lleno de confianza: Coñ- summatum est,