BCCPAM000540-3-36000000000000
104 -- el vicio, como si fuera un pagano? Pues, entonces... des lichado de él! Ya tiene su sentencia leída: Véte, maldito, al fue- go eterno... porque tuve sed, y no me dis- te de beber (1). Cuando llegue la hora del último jui- cio, Jesucristo tiene anunciado que pon- drá los buenos á su derecha y los malos á su izquierda; y que á estos últimos los arrojará de sí para siempre con esa ho- rrible sentencia. Id, malditos, al fuego eterno .. porque tuve sed, y no me dís- teis de beber. En cambio á los buenos los colmará de bendiciones, y les dará el cielo, en premio de haber ellos mitigado la sed del Redentor. Venid, benditos de mi padre, á poseer el cielo. .. porque tu- ve sed, y me dísteis de beber (2). En vista de tal anuncio ¿qué pensáis, amados de mi alma, hacer con Jesucristo sediento? ¿Quereis darle agua con que mitigue su sed, ó vinagre quelo atormen- te más? El dice ahora á cada uno de no- sotros en su interior, lo que en otro tiem- 1) Math. XXV. 42, (2) Td. XXV. 85.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz