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tied —59— jAh! gQué puede turbar al alma inocente de Jesus? 2Qué nube de oscuridad puede pasar por aquel corazon, que vive entre los resplandores de la eterna luz? La desgracia que espera al pe- cador, que se endurece en el crimen, es lo que turba la paz inalterable del Redentor, y lo que le hace prorrumpir en ayes de dolor: pero, para que comprendamos cudn intenso fuese este en el Co- razon de Jesus, hemos de advertir que Jesus no podia turbarse, ni conmoverse, ni entristecerse sino por un acto expreso de su voluntad, porque su alma santisima gozaba de la vision beatifica, y por razon dela union hipostatica 4 la persona del Verbo divino, poseia el bien sumo, y era por consiguiente bienaventurada, jAy! La pérdida del peeador es una desgracia infinita por sus re- sultados, porque, una vez consumada, durara por toda la eternidad; y al verla, Jesus manda 4 su Corazon que se turbe y estremezca, y 4 sus cas- tisimos ojos, que lloren (1). Esta Jesus enamorado de cada una de las al- mas: y por mas que los pecadores lo repelan de si con sus ingratitudes, él no puede menos de tener presente lo que cada uno de ellos le ha costado, Ilevando en su Corazon todas Jas almas como un tesoro que le pertenece. Si alguna de (1) Lue. 9.19. ¥. 41,