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iia la creacion son inapreciables, ,quién podra valorar — los que tienen por objeto salvar nuestras almas de la muerte eterna, y elevarlas 4 una dicha que Dios no estaba obligado 4 prometernos, cuando nos crid, y mucho ménos 4 restituirla, despues de haberla perdido por la culpa? jAh! cudntos derechos tiene Jesucristo 4 nuestra gratitud y amor! Punto sEGUNDO.—Para humillase ante el Se- jor y aun anonadarse, no hlay mas que pensar en la causa porque ha amado con tanto esceso al hombre. Porque, siendo éste polvo y ceniza y ha- biendo despreciado 4 Dios con altivéz, gqué ha podido ver este Dios en él, para haberlo conver- tido de siervo del pecado en hijo de adopcion, y de vaso de iraen objeto de amor? {Podia encon- trarse en el hombre alguna obra que moviese al Dios justo 4 amarlo? Cuando la luz vino al mun- do, la pospusieron los hombres 4 las tinieblas, porque sus obras eran malas. (1) Cuando el peca- do como venenoso cancer inficionéd toda la masa de Ja humanidad, cundié por todas partes, que- dando solamente intacto un Corazon, en cuyo se- no no podia penetrar, porque era santo é inocente, segregado de los pecadores, sin mancilla é im- pecable por naturaleza, y otro que, preservado (1) Joann c. 8. y. 19.