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—44i-- que es el amor, lo tenemos hacia la que nos en- gendré: cuando la razon nos dice lo que debe- mos 4 nuestra madre, quisi¢éramos tener mil co- razones para pagarla tanto beneficio. {Qué amor sera el del corazon que sintié perfectisimamente desde el primer instante de su existencia, que estaba animado por el alma mas perfecta que ha salido de la nada, y vivia unido hipostatica- mentea la sabiduria increada? j{O. abismo impe- netrable el del amor del corazon de Jesus a Ma- ria! O sublimidad de las riquezas de Dios! Punto SEGUNDO.—Seria una temeridad preten- - der conocer la intensidad del amor del corazon de Jesus 4 su Madre; pero podremos tener algu- — na idea de su estension,si consideramos los efec- tos de este amor. Es propiedad del corazon aman- te desear que el objeto amado se le asemeje en un todo; y como si los dos no formasen sino un solo individuo, se hacen comunes entre ellos con perfecta igualdad los bienes y los males. Asi lo vemos realizado en la madre de Jesus, cuya suer- te temporal no discrepé en un dpice de lade su hijo, queriendo este que se le asemejase en todo. Desde que el corazon de Jesus empezé a _pal- pitar, tuvo principio una era de aflicciones y pe- nas para él que no concluyé, sino cuando did su liltimo aliento en Ja cruz. Nace Jesus en la jo- Pare ee ei oe