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—A3— Cuando en la plenitud de los tiempos este Dios empezé & participar de nuestra vida en el seno castisimo de la Virgen; cuando sintié en el Cora- zon formado de la sangre Santisima é inmacula- da de esta misma Virgen las dulces emociones del amor filial: cuindo del talamo, mas limpio que los Cielos, fué trasladado & los brazos de su ma- dre para alimentarse con aquella leche, que es la envidia de los Serafines; cuando se veia estrecha- clo en estos mismos brazos, arrimado al purisimo seno, cubierto con mil ésculos mas suaves que las aromas (le las azucenas, y protegido de la incle- mencia de los elementos: cuando vid el modo ad- mirable con qué Maria llenaba los oficios de ma- dre, jqué amor tan inténso no tuvo su Corazon divino hacia la que lo habia estasiado desde toda la eternidad, con solo haber previsto sus carifos y su virtud? gHay mente humana por sublime que sea, que pueda penetrar el modo de este amor? Habra algun angel que pueda medir su inmensidad? (1) Entre la madre y el hijo el amor es necesaria porque le inspira el instinto, siendo aquel tanto mas perfecto, cuanto mas perfectos son estos se- res. Miéntras nosotros somos nifos, sin saber lo (1) De Excellent, Virgin, 8, Anselmo,