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‘ —296— fecundos, y como el huracan, que asola las mas- frondosas arboledas. Al levantarnos cada dia, de bemos clevar nuestras almas 4 Dios y prometer- le una gratitud eterna, renovando el propdésito de huir del pecado para demostrarsela y diciéndole con el profeta. gQué retornaré yo al Senor, por todo lo que él me ha dado? (1) AFECTOS. : a 4Con qué frente levantaré mis ojos al rostrode un Padre tan bueno, yo que soy tan mal hijo? Me avergiienzo de haber hecho cosas indignas y de haber devuelto males por bienes. Yo soy, 6 Dios y Seiior mio, aquel ingratisimo que no pen-. sando en tu amor, no solo no te correspondi, sino que fragué mil iniquidades y las cometi. (2) O Corazon de Jesus, muéstrate propicio 4 mi, pobre pecador. (3) Padre nuestro etc. como el primer dia. 1) Psalm. 115: v.82 (2) Div, Bernard. Serm. 16. in Cant. (8) Idiot. Cont. Divin. amor,