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—294— mortificar nuestros sentidos, ni contradecir 4 nuestras pasiones: deseamos poseer las virtudes que vesucristo nos ensefia con su ejemplo; pero nos resistimos 4 combatir los vicios, no pensando sino en comodidades del cuerpo, en honores mun- danos, y en dar gusto a Jos sentidos, pretendien- do servir 4 Cristo y 4 Lucifer, y militar en la re- gion de la luz y de las tinieblas. Conduciéndonos de esta, manera jqué otra cosa hacemos sino imi- tar 4 aquellos rebeldes, que despreciaron siempre -el imperio de su Dios y no quisieron oir su voz (1) Al ver la muchedumbre de los que viven mal en el seno de la iglesia, se quejé Jesucristo por un Profeta, diciendo que habia recibido de sus vecinos oprobios en demasia, mucho mas que de sus enemigos; porque son mucho peores los que viven mal habiendo recibido los Sacramentos, que aquellos que nunca los conocieron. (2) O Jesus mio, yo me veo retratado en aquel pueblo, que correspondié cou tanta ingratitud 4 los favores que le dispensaste. Te oigo repetir aquellas pa- labras de queja, con que te preguntabas 4 ti mis- mo qué mas podias haber hecho por tu vinta. Mas, ya que me concedes la gracia de conocer mis in- gratitudes, no permitas que oiga yo aguellas ter- ribles amenazas de quitarme tu proteccion y (1) Dent. cap. 9. v. 23. Div, Ang. in Psalm; 30.