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—272— sidad, dandose 4 si mismo al separarse de los hombres, pero sin division ni diminucion, tal co- ino es, Dios de Dios, Luz de Luz, unido al cuer- po y alma que tomé por salvarnos, para que su- piéramos que Jesus nos amaba de una manera propia de Dios, y que llega al extremo de poder- se llamar el acto mas herdico del amor divino hacia elhombre, pues es el limite de su infinito po- der desplegado para la salvacion del mundo. ijOh, qué inefable es este extremo, 4 donde ha llegado el Corazon de Jesus! Si tan solo hubiera determinado quedarse realmente con los hombres hasta el fin del mundo, era ya un amor inconce- bible, en que resplandecian la omnipotencia y la _ misericordia, pues, siendo inmortal y glorioso, queria habitar entre seres miserables; pero, aun ha ido mas lejos el amor de Jesucristo, querien- do quedarse real y verdaderamente entre los hombres, para darse 4 cada uno de ellos en comi- da y bebida, como gage de vida eterna, prenda de resurreccion futura, y arra de inmortalidad; asi, todos sin excepcion pueden unirse intimamen- te dsu objeto amado, abrazdndose con él, inter- nindose en la contemplacion de sus bellezas infi- nitas, y adorandolo con respeto y con afecto como a su Dios y su hermano, como 4 su Redentor y su amigo.