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—270— bia enviado 4 redimir al mundo, debiendo ausen- tarse corporalmente de los hombres, despues de haber llenado su mision divina, Mas, jay! Es tan- to lo que los ama, y arde en su pecho tal llama de caridad, que determina permanecer con ellos hasta la consumacion de los siglos, realizando el gran pensamiento de su Corazon, de estar todo entero 4 la diestra del Padre, y todo entero con los hombres. j;Ah! Si el tomar nuestra forma es un portento de amor, si el morir por nosotros pasa todas las leyes del heroismo, {qué dirémos al ver lo que Jesus hace para quedarse entre los hombres, despues que con su muerte los ha he- cho amigos de Dios y herederos de su gloria? O Dios de infinita caridad; aumentad nuestra fé, pa- ra creer firmemente en vuestras palabras, y sa- - ber apreciar dignamente esta dicha que nos con- cedeis de vivir entre nosotros, para que asistamos con humilde acatamiento al santo templo, donde os retiene el amor y el deseo de nuestra eterna felicidad. Punto segunpo.—Para que los hombres no du- dasen de lomucho que Jesus los amaba, y supie- sen cuian sensible le seria su olvido 4 tanto como habia hecho por ellos, quiso conducirse al fin de su vida, como los demés hombres se conducen al separarse de los que aman, demostrandonos asi eae peg ee