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—157— DIA VEINTIOCHO. Todo se dirdé como el primer dia hasta la si- quiente MEDITACION. EL CORAZON DE JESUS GLORIA DE LOS SANTOS, Punto PRIMERO. — Grandiosas y sobremanera admirables son las palabras que Jesucristo dirige 4 su divino Padre en presencia de sus discipulos en el momento supremo en que va 4 poner tér- mino 4 su trato con los hombres en carne mortal, y entregarse 4 sus enemigos para morir y redi- mir al mundo. Era tanto el amor que tenia a los hombres, que quiso humillarse hasta el extremo de darles cuentade la exactitud con que ha- bia llenado cuanto le habia mandado su Padre: y como embajador de la justicia y Ia paz que trajera al mundo, y mediador entre Dios y los hombres, al despedirse de ellos para volver 4 su Padre, expone en presencia de éste 4 quien vuel- ve y de aquellos de quienes va 4 separarse, que lia cumplido su mision y ha dado 4 los hombres