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. —248— - la gracia y destinados 4 la gloria? Pero {6 des- gracia! una parte de los mismos dngeles tan fa- vorecidos de Dios no quiso humillarse ante su Criador, y fué precipitada en el abismo, y el hom- bre tambien, sacudiendo de sus hombros la ley de amor que Dios le impuso para probar su fide- lidad, fué condenade 4 morir, cerrdndosele la puerta del cielo y no teniendo en la vida futura participacion con los angeles, 4 cuya custodia lo entregara el Ser divino en la presente. Consumada la apostasia del hombre, parece que debia desaparecer aquel vinculo de caridad, que unia 4 las dos naturalezas en el amordel Se- for que las criara, en quien se amarian todos sus individuos, de cuyo carifio gozarian, y 4 quien eternamente cantarian con suavisima armonia el mismo himno de gloria. Pero amé Dios al hom- bre con demasia, (1) y al mandar 4 su propio Hi- jo en semejanza de la naturaleza pecadora para restablecer entre lo terreno y lo celestial la armo nia rota por la culpa, se hizo este Hijo modelo de caridad, no solo 4 los hombres, sino tambien 4 los angeles: y ya que, por haber imitado 4 los espi- ritus malos en el orgullo, se hizo el hombre com- paiiero suyo en las penas, perdiendo la amistad divina y la compaiiia de los angeles santos en el (1) Ephes. cap. 2. v. 4. : = | 4 ; i