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AT ae DIA VEINTISIETE. Todo se dird one el primer dia hasta la siguiente MEDITACION. EL CorazON DE JESUS CENTRO DE UNION DE LOS ANGELES Y LOS HOMBRES. Punto PRIMERO.—Desde el principio del mun- do sac6é Dios de la nada 4 ambas criaturas, la an- gélica y la humana; y aunque la una es mas per- _ fecta que la otra por ser puramente espiritual, las dos tenian un mismo fin, que era amar y servir4 Dios, el angel en el cielo y el hombre en la tier- ra, de la cual seria trasladado este algun dia sin ~ padecer muerte ni pena alguna, reuniéndose en el paraiso celestial con los espiritus soberanos y gozando con ellos de la gloria sin fin. ~Qué amor tan puro se tendrian dos criaturas tan privilegia- das? {Qué afecto no vincularia 4 unow seres que debian 4 la pura misericordia de Dios el haber si- do criados de la nada, adornados de los dones de