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—240— amor del mundo, intentaba: ponerlos en posesion de una dicha inexplicable, elevandolos 4 un trato tan intimo con la divinidad, que causaria envidia i los angeles. Si hablan con aquel Dios de infini- ta grandeza, que eternamente enjendra a su Hijo, no quiere que le den otro dictado que el de Pa- - dre: en cuanto 4 él, les ha prodigado el nombre de amigo, (1) y respecto del Espiritu Santo, les asegura que vendra 4 ellos, y morara en ellos. (2) jAh! Dios es el padre amoroso del alma, Dios es su amigo fiel, Dios es su tierno esposo. 4Puede darse mayor dicha? Deseémos por tanto con ardor poseér esta alegria de la salud, que se nos ofrece en el Corazon de Jesus: pero medite- mos en los medios para aleanzarla, que son por una parte su gracia, y humillémonos cada dia pi- diéndosela al Padre de las misericordias, y por otra, nuestra cooperacion, renunciando 4 las ale- grias mundanas y desterrando de nosotros todo afecto terreno. Punto seaunpo. Amar a Jesus y ser amado de él es unadicha tan soberana, que ni hay objeto en el mundo con que pueda compararse, ni len- gua que pueda explicarla: porque, si bien nos- otros no pudiéramos amar a Dios, si él no nos hubiese amado primero, es tanta su dignacion, (1) Joann. cap. 1, v. 14.15. (2) Ibi. cap. 14. v 17.)