BCCPAM000539-3-33000000000000
| ae PrRoposiros. : _jAh! Esta escena en que se vé la malignidad de los corazones perversos, la triste suerte del peca- dor, si Dios no tuviera un corazon de padre, y el modo como ejerce su piedad con los hombres, es la representacion de lo que acaece con nosotros, cuando pecamos: el demonio nos acusa, y recla- ma nuestra alma para Ilevirsela como & adiltera, que ha faltado a la fidelidad que debe « Dios, en- tregandose al vicio: pero Dios espera con benig- nidad, y desechando al enemigo, dice al corazon del hombre: hijo mio, gpor qué te quieres perder? No vuelvas & ofenderme: Uora tus culpas, y ni ha- bra quien te acuse, ni yo te condenaré. Demos cada dia gracias al Seior por esta miseridordia, y vi- vamos con temor de sus juicios. . AFECTOS. O Dios mio! me confundo y me avergiienzo de levantar mi cara hicia ti. (1) jCudntas veces, por haber yo pecado, el dragon infernal estuvo con (1) 1.9 Esdr, cap. 9. v.6,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz