BCCPAM000539-3-33000000000000

—230— Ponto Secunpo. Nadie viene al mundo, que no traiga impresa en su alma la mancha de la culpa, y que no deba tinicamente a la misericordia divi- na el verse libre de ella y de la pena eterna, en — que todos incurrimos por la prevaricacion de nuestro primer padre, siendo tanto un efecto de la misericordia de Dios la regeneracion que recibi- mos por Jesucristo en el sauto bautismo, como la gracia de la perseverancia hasta el fin. Pero jcuanta es la miseria humana! De tantas almas co- mo resucitan de la muerte del pecado a la vida de la gracia, algunas conservan hasta la muerte la blanca estola de la inocencia sin mancharla con pe- cados graves, teniendo otras muchisimas la des- ventura de dejarse arrastrar de las pasiones, su- cumbiendo & las seducciones de los sentidos, alu- cinandose con los espectdculos del mundo y la so- berbia de la vida, y olvidandose de lo que deben a’ Dios, y de lo que le han prometido observar jAh! ind habraun medio de salud para tantos desgra- ciados, ni encontraran un lugar de refugio, para obtener de nuevo la gracia perdida y salvarse de ja justa indignacion de Dios? Si lo hay, pues el Corazon amantisimo de Je- sus, herido por amor de los pecadores, es la for- taleza de refugio donde pueden acojerse con con- fianza los que se sientan agravados con el peso

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz