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Y eye —221— la tengamos completa con su divino. Padre, con- servando con celo la estola de la inocencia, y la caridad que nos infunde en el bautismo y nos ha- ce amigos y queridos suyos; y con nuestro pro- pio corazon, proporcionindonos los medios para que resista con una tranquilidad imperturbable al enemigo, que anda siempre en nuestro derre- dor, buscando los medios de devorarnos. Y por eso nos dice que nos da una paz, no co- mo la desea el mundo a sus amadores, anunciin- dola con palabras de adulacion y lisonja, y pro- metiéndola en la posesion de bienes caducos, en la afluencia de placeres engaiadores y en el bu- llicioso tumulto de las diversiones, sino una tran- quilidad de corazon, que consista en que esté es- te todo ocupado deleamor de Jesucristo, y vea las cosas de la tierra tales cuales son, vanidad, humo, sonido pasajero, afliccion del espiritu, con- cupiscencia de la carne y orgullo de Ja vida, des- preciindolas todas como 4 enemigas del Dios a quien ama, y como destructoras de la dicha, que este le ha procurado con tanto afan. jAh! jQué copiosa es la paz de los que guar- dan con amor la ley de Dios! jQué profunda é inalterable es la calma del alma, que recibe las _ suaves influencias del Corazon divino! Tenemos que luchar contra los principadosy potestades, *