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y Comunion. Trat. 1. mártires del diablo engarrotándose el cuerpo, atormentándose el rostro y cabeza, y comien= do cosas asquerosas , y padeciendo'otras yran= des penalidades por vanidad , que si el Con» fesor se las diera en- penitencia no las admitie» ran , como ni tampoco los hombres? i ¿Pues qué diremos de las quejas y pondera= ciones «disparatadas de algunos que suele haxw ber en estos infelices tiempos , sobre si elCon+ fesor dió en penitencia ayunar algános viér= nes al otro, que es un caballo desbocado en viciós y torpezas 5 Ó que hagan por algunos dias continuos alguna especial mortificacion ó exercicio , 0 rezo , para reprimirse en sus mas los hábitos; 6 que lea ó medite cada dia por un mes algun paso de la Pasion», 6 en la muer= te ó infierno”, Ge. ? Todo les parece impru= dencia : y solo quieren libertad “y blandura; siendo lo que mas les daña. -A estos sucede lo que á los enfermos que desean comer y beber quanto apetecen ; y si el Médico se lo conces diese, sería para ellos admirable Médico; pera presto daria con los tales enla sepultura, Y lo: mas lamentable sería si hay quien abone-es= tas quejas y censuras , debiendo reprimirlasy mayormente quando no es cosa descómpasada; ¿Qué ha de hacer un seglar' si ve que el-otro por acreditarse de: prudente y suave , patros cina sus dictámenes ¿ lo qual no'sirve de Otra cosa, sino'es de que se vuelva «con fucilidad al pecado? Cierto es que las penitencias se han de- comensurar con las culpas , atendiendo al