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h $ py 7 $ 92 " Dela Confesión nes habrán sido las de estos tales? Otros “po. nen tantas réplicas , dificultades y excusas , que el pobre Confesor se halla angustiado , y co- mo en una prensa , por el estímulo de su con- ciencia , y no sabe que hacerse; porque si por los muchos y graves pecados que traen, da al- guna competente penitencia (que siempre es muchísimo ménos de lo que merecen), teme que no la cumplan, Si no la da, falta 4 su obligacion, y no les pone freno para.que se retengan en las culpas. Si 4 alguno le impone que visite las Cruces, alega que le notarán (aunque pudie- ra ir de noche), ó dice que está léjos , aunque no estuvo léjos la.viña para el hurto , ni el re- baño para quitar el carnero , ni el bosque para da caza , Gre. Si les dice que ayunen algunos viérnes para que obliguen á Dios con ese po- quito de inortificacion , ó que se abstengan por tantos dias Ó veces de tal ó tal-cosa de regar» lo , se excusan con el trabajo, con la flaqueza de estómago , con los achaques, y que comen de carne, y tienen vahidos de cabeza y. otras frioleras 5. estando muy robustos para desho- nestidades , para rondar noches enteras , para bayles y semejantes locuras , y cosas de 'má- yor trabajo ; y mas si hay interes , 6 vanidad ó galanteo. Y aun habrá hombre que porque le dexen ir á-ver unos capeos se estuviera sin co- mer tres dias, si le pusieran esa cortapisa , Co- mo yo se lo oí 4 un mozo del campo en cierto lugar , el qual deseaba ir á verlos, y hacer dos suertes. ¿Y quántas mugeres delicadas se hacen