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80 : De la Confesion haberle cometido. Una y mil veces me pesa, Dios mio , de haber pecado , no solo porque eres digno de infinito amor , sino porque , coz mo justo Juez, me puedes castigar con tan ter- ribles males, y privar de tantos bienes. Pues si consideras las formidables penas que Dios da por los pecados veniales en el Purga= torio, y qué de innumerables almas se han apas recido padeciendo cruelísimos tormentos por culpas leves (de que estan llenos los libros , y en especial el de Gritos de las Animas, que te pido leas con devoción ), á buen seguro que té moverás á evitarlas, y tambien á confesarlas con arrepentimiento y propósito firme , para no ir á padecer mucho fuego por ellas; Advertencia importante para asegurar el dolor al confesarse. Estos motivos , ó algunos de ellos, has de considerar ántes de confesarte, para mover tu voluntad al dolor de tus culpas. Y para que ase- gures mas esta joya tan preciosa , te advierto, que pongas especialísimo enidado en hacer Actos de Contricion , 4 Atricion ántes que llegues ab confesonario ; porque es dificultoso el hacer es- tos actos tan elevados á los pies del Confesor, pues piden regularmente , que. poco, á poco se vaya disponiendo la voluntad , y así perseve- rará (4 lo ménos virtualmente ) el dolor que tuviste íntes para el tiempo de la absolucion. Esta-adygrtencia es muy importante . porque