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78 De la Comunion lo que adquieres por la eulpa en la otra vida; que es el castigo eterno que dará Dios al pe- cador en el infierno , si no se convierte y ar- repiente. Pero mírate ántes en los umbrales de la muerte , quando estés para espirar, y dar cuenta 4 Dios (que quizá será hoy). Allí se te pondrán delante (como un exército de dras gones , vívoras, serpientes , y otros horribles animales) la multitud de culpas que en vi- da has cometido. Allí las verás con tal clari- dad , que no podrás negar ser todas tuyas; á que ayudará la acusacion del demonio, tu eruel enemigo. Y si por tu desdicha eres con denado, en un instante pasarás de la cama á los eternos calabozos del infierño:, donde te re- cibirá Lucifer, con todos los demonios ;'con grande mofa y algazara , haciendo en tí cruel castigo. Allí estarás maldiciendo de Dios, de María Santísima y de todos los Angeles y Santos y criaturas. Allí estarás rebolcándóte en vivas llamas , y rabiando con desesperados tormentos y con aborrecimiento “cruelísimo y odio mortal contra todos sus habitadores, sin haber un instante de descanso ; y esto no por cien afios-, ni cien mil , sino por toda la etera nidad. Piensa bien, y despacio este punto ¡Eternidad | ¡Siempre! ¡Jamás! que'sin: du- da te pondrá grande horror al pecado, y te ar= repentirás tambien de haberle consetido: Si ahora dixesen á un condenado: toda este ámbito que hay desde la tierra al Cielo Empi- roo y cuya distancia es tan grande: (que dicen