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76 De la Confesion confesdle , é imponiéndole saludable penitencia, le absolvió de sus culpas; y fué cosa maravillo: ga, que al instante perdió aquella fea y horren- da mostruosidad , y quedó muy bello y hermo- so , mostrando con esto nuestro Señor la grande virtud y eficacia de la Penitencia y Confesion Sacramental. Despertador del Alma , fol. 82. De este caso puedes inferir , que si ahora te hallas en pecado mortal , estarán tu alma y cuerpo cercados de demonios , como este mi- serable hombre , y serás esclavo vil suyo; y si el esclavo siempre es mas vil que el amo, siendo el amo tan infame como es el demonio, mira lo que serás tú , y cómo te habrás pues- to por la culpa. ¿Pero qué mucho, si (como dice David ) está maldito de Dios el pecador? Maldito está lo que vistes , lo que comes y be- bes , maldita la tierra que pisas; y como di- cesa Magestad en su Escritura , está léjos de los pecadores; con que en su lugar entra el demonio. Con el denxonio andas , con el de- monio vives, con el demonio comes , con el demonio te echas á dormir , y con el demonio haces todos tus Sos Ves aquí lo que con= sigues con el pecado. ¿Cómo no lloras tu des- dicha y te arrepientes? Considera lo segundo , lo que pierdes por el pecado mortal , que es la joya preciosíma de la gracia de Dios.,¿X sabes qué es gracia, de Dios? Es una participacion de la divina na= turaleza. La alma en gracia , es imágen muy al vivo de Dios , Trono de la Santísima Trini-