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y Comunion. Trat. 1. 69 ADVERTENCIA. _ Para dar fin á este segundo punto, ó parte de la Confesion, que es la Contricion de coras zon , con el propósito de la enmienda , te ad= vierto que la causa de no tenerle como se de- be, es la falta de consideracion y conocimien- to de la fealdad y malicia del pecado ,' como lo llora el Profeta Jeremías , por estas palabras: Desolatione desolata est omnis terra : quia nullus est qui recogitet corde (Cap: 12.). La vo- luntad , cuyo acto es el dolor, es potencia cie- ga , y no se moverá á retratar y aborrecer las culpas , si el entendimiento , que es como su guia ó luz , no le encamina , proponiéndole la bondad de Dios dfendida , y los daños y ma- les eternos y temporales que acarrean á las almas. Por tanto , te pondré las considera- ciones siguientes , para que ántes de confesar- te las medites despacio , Ó todas 6 algunas de ellas para excitarte al arrepentimiento y pro- pósito de la enmienda. CAPÍTULO IX. Consideraciones para moverse al dolor de las culpas , y propósito de la enmienda. Coñsiera lo que es Dios en sí mismo é quien ofendiste. Por lo qual es dignísimo de ser amado y obedecido. Es Criador infinitamente