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y Comunion. Trat. I. 65 sándote de haber ofendido á la suma bondad de tu Dios. Con estas diligencias asegurarás qué estas Confesiones comunes -séan útiles y fructuosas para tu alma. Todó esto es doctri- na muy corriente y segura de autores graves, Otros bp sin reflexion ni exámen, sino ace- Jeradamente , porque acaso viéron al Confe- sor en la Sacristía, y ensartan su letanía de- corada que tienen aprendida. Pero cuidar del dolor y propósito , eso ú fructibus earum cog= moscetis eos; y con cinco Salves ó una Es- tación , Ge. quedan muy satisfechos. Otras personas llegan 4 confesar con ménos humil. dad y reconocimiento propio de lo que deben para recibir con mas fruto espiritual estos san. tos Sacramentos , y así todos nos hemos de re. conocer allí reos y culpados , y no culpar 4 Otros para minorar nuestras culpas. Las ma- dres culpan á los hijos , diciendo que son tra- viesos, que les hacen echar tantas maldició- nes; y á las hijas que son desobedientes Y res- pondonas , teniendo ellas la culpa de no ha- berlas sujetado y criado bien desde pequeñas. Losamos y amas culpan á los criados y Cria- das , y estos culpan á los amos, diciendo que son insufribles. Muchas mu geres culpan á sus maridos , y suelen referir sus defectos ; y los múridos á sus mugeres , alegando que hablí- ron , que les replicáron ó riñéron ; y si bien se averigua , será porque la muger le aconsejó lo que le estaba bien, y no quiso tomar el con. sejo, Y de aquí es , que todos estos, quando

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