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y Comunion. Trat. 1. admirarse de que sea Á muchos aborrecible el confesar 4 tales sugetos. Ni es lo que oprime al Confesor las uptuchas y feas culpas, ni aun- que sean sesénta años de: :sacrílegas Confesios nes , sino esta mala disposicion con que Hegan muchos. ¿Qué juicio se ha de 'hacer de quien habiendo vivido quizá en torpezas , como un caballo deshocado toda su vida; d en sober- bias , vanidades, codicias y empleos, sin repas rar en daños de los próximos, ni trata de emens darse , ni hace: penitencia , ni huye las ocas siorres-, ni vanidades, nirestituye; ántes vi- ve en los peligros muy: de asiento , y quando lega 4 confesarse (que “suele ser tarde) vies ne cargado de pecados , sin” señales apénas de dolor Y 'Lodo es indicio de que no le tienen, ni propósito verdadero y. firme, como se lo demostrará á cada uno su conciencia, por el descousuelo y sequedad que en sí conoce quan» do no se dispone como debe para recibir este santo Sacramento , 6 si le tienen (y harán en> tónces buena Confesion ) pero-siendo tan re- miso y tibio , ordinariamente vuelven con fa- cilidad 4 cometer lus mismas culpas 3 y así, mal habituados en vida 4 resistir á sus pasio- nes y apetitos ,- pueden y deben temer no les suceda en- la “muerte lo que sucedió al desdi- echado del exemplo «siguiente , por no haber cumplido firme y fielmente los propósitos que hiciéron 4 Dios. Vivia en Génova escandalosamente un mo» go noble , el qual cayendo gravemente enfer»