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y Comunion. Trat, I. 55 sas ; y aun:á réplicas con el Confesor, y tra- yendo graves, pecados , repugnan la peniten- cia, que siempre es mucho ménos de lo que merecen 3 ni toman las medicinas espirituales que les .aplica.,:ni «aprecian los consejos que les da; de,que miren. su gran peligro de con-= denarse, si-no se enmiendan, Y si en esto el pia- doso y zeloso Confesor les detiene algun tiem- po; ponderándoles la fealdad de las culpas, y el infeliz estado de sus almas , si no se apar- tan ó restituyen » ic. muestran tan poco apre- cio y tan. duros sus corazones , que solo de- sean que Jes despache. Otros andan buscando el Confesar 4 su modo, que no les reprehenda ó vaya á la mano , y andan inquiriendo si da mucha .ó poca penitencia, Otros van 4 conte- sarse mas por. fuerza , ó por cumplimiento y bien parecer y Óó porque son Cofrades de E guna Cofradía , ó. por cogerla cédula al tiem- po que la han menester , que por poner bien su alma con Dios. Otros Jiegan atropellada» mente sin reflexion, ni atencion á que van á hacer-actos tan sagrados., preparandose y exás minuándose Ántes como deben. Y el tal exámen suele. ser muy por encima , aunque sea de mu- cho tiempo , 6 haber rezado el Rosario , $ oido Misas «ántes ¿ con Jo qual quedan satisfechos, Y tal vez se ve , que en.el confesonario estan jugando con el Rosario: y otras personas hay, que en diciendo los pecados, al instante mar- chan sin. aguardar la penitenia ni absolucion, y tiene el Confesor que llamarlos. Considerese