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- v 52 + De la Confesión pósitos de enmendarse, de fnudar de vida, dé restituir , Gre. pero suelen: ser-como-un tur- bion de ¿gua en verano, en que corren los arroyos coma rios , pero muy presto se secan. Pues infiere de lo dicho en estas quatro 'ca- lidades referidas , qué Verdad , Firmeza:; ni Eficacia tenduian tus propósitos enla Confesion, quando sin arriesgar , mi perder vida , fama; honra ó hacienda 4 qualquiera-sugestion dia- bólica , qualquiera movimiento de- apetito ó in= reres Ó“ira ,' volvias al vómito de la calpa- y á la verganza , al trato ilícito , á la conversa= cion peligrosa, -4 la ocasion , compañía , ó casa donde perdiste la joya preciosísima- de la gracia ? El propósito firme de la enmienda anda siempre janto con el verdadero dolor y arrepentimiento de las culpas , porque es como efecto suyo; y así el dolor incluye este propó- sito, como ya se dixo: este dolor (ó sea de coúítricion ó atricion ) es un acto muy: sobrena- tural y divino, y es mas dificultoso de tener- le, como se debe, de lo que muchos juzgan, y por falta de él se hacen muchísimas Confe- siones sacrílegas. Saúl, Antioco, y el traidor Judas confesáron su pecado , y les pesaba de haberle cometido ; pero eran sus Confesiones como tiro sin bala, que solo hace ruido. No tenian verdadero dolor y” arrepentimiento de da ófensa que habian heeho á Dios, sumo bien, ¿sino que les pesaba por otros fines Ó males que tenian muy léjos de verdadera “contricion'+ “y pot esto ne les valió nada =eu Confesica y+ ur