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y Comuinior. Trat. L. 43” gús tocamientos y adornos. Sus cabellos eran un volcan de chispas que la ahogaban , y así pagaba los adornos provotativos y costosos de su cabeza. ' Llegando ,-pues , adonde estaban los Re- ligiosos este retrato del infierno y muger des- dichada , les habló: No temais siervos del muy Alto, que ha dispuesto seais testigos de mi desdicha : justo es Dios , y justos som los juicios. Yo soy aquella infeliz muger por quien haceis oracion:, y la que me confesé contigo, Padre, en aquel confesonario. ¡Ay de mí, que altí estaba ni remedio, y allí fué mi perdicion! Sabed , que estoy condenada “para siempre “Ú los infiernos. Sabe , Padre , que Dios me ha dado ,” pór muchos años , grandes y repetidos auxilios para confesarme y arrepentirme.' Ha- lMahame con obligaciones de muger principal, y me-tenian mis Confesores en reputacion de virtuosa ¿y aunque tenía cometidas muchas torpezas , -ya de ignorancia en mi niñez, y ya de malicia en mi juventud , siempre estuve tenaz y renitente , y los fuí callando porque me tuvieran por buena ; pero Dios que quisó justificar su causa , os envió por este lugar. Tuve grafides inspiraciones y auxilios de con- fesarme ; te pedí que me confesuses , y tú lo hiciste , y yo me alenté algo entónces con el motivo: de no ser conocida. Comencé por los que ménos vergiienza y repugnancia me Cos- taba decir ¿ y esto es lo que veia- tú compañe- sb-, que eran aquellos sapos que iban saliendo

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