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410. “De la Confesion - simulando: como si nada sintieras. Claro está. que se ha de distinguir aquí, quando no es conyeniente 4 tu salud,:ó la falta es de mo. do, qne necesitas de que esté tal que tu es. tómago le abrace , y mas si hay alguna inape. tencia. Con que en esto dicta la prudencia -lo que se debe advertir. Pero en todo cáso no. stas. como muchos , especialmente maridos, amos ó padres de familia, que al tiempo de comer apénas hallan guisado á su modo ó pa- ladar , y: muchas veces es porque vienen á casa , Ó estan repletosy sin gana ,- por: haber comido , todo es melindres y desprecios, con que mortifican á las pobres mugeres y criadas, que suelen estar atareadas toda la mañana pa- ra que el señor de casa esté contento; y lue go les dan el pago, como si todo se les debie- ra de justicia. Te será buen medio para disi- mular , sufrir y vencerte en estas faltas, el acordarte y considerar quántos mucho mejo- res que tú, y que lo merecen mas, no tie- nen en aq hora quizá pan que llegar 4 la boca. Y sobre todo confúndete, que merecien= do acaso por tus pecados estar comiendo bre- bages asquerosos en el infierno , ahora te ol- vidas , y te portas ingrato á los beneficios que Dios te hace. Y teme no te castigue, trayén= dote á grande necesidad. Quando tuvieres sed súfrela algun rato, co- mo si quieres beber á las cinco, dilítalo á las seis , que no es tanto trabajo. Y para ayudar-- e