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y Comunion. Trat. PTI. 405 que es desenvuelta y habladora , les da alas para propasarse á muchas libertades. Las palabras torpes son abominables , aun en el hombre mas distraido , y en la muger mas desenvuelta, y quien las habla manifiesta te- ner un corazon y conciencia muy deshonestá, sin vergúenza ni temor de Dios. Las pala- br de murmuracion son indignas de un Chris- tiano. Las de chanza inmodesta,'Ó burlas ó chascos , muy. agenas de personas prudentes, y que tratan de virtud; y las de mentiras son muy aborrecibles á Dios y á los hombres, y muy perjudiciales al comercio humano. Si eres Sacerdote á Religioso, debes huir con mayor cuidado y cautela de las chanzas, burlas ó mentiras, que es cosa mucho mas in- digna en la pureza y perfeccion de tu estado. Por eso dice San Bernardo: Las chanzas en la boca del seglar son chanzas, pero en la boca del Sacerdote Ú Religiaso son blasfemias. De las mentiras aun es mas abominable en tal estado, aunque sea por jocosidad ó chanza. Del glorioso Santo Tomás de Aquino se refie= re, que estando el Santo en el Convento, le llamó un Religioso desde una ventana , y por burla le dixo: Hermana Fr. Tomás , ven pres= to aquí, verás volar un buzy. Creyólo el San= to, fué allá, asomóse, y el tal Religioso , ha- ciendo burla, le dixo:¡.4y hobo! que te en- gañé. ¡Pues no conoces que eso es ¿imposible? Eutóunces el Santo le:dixo consu . gran modes+