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374 De la Confesion ” no este Libro. Y para exercitar mas tu deyo- cion , dirás la Oracion siguiente á nuestro Se. ñor Jesuchristo. Oracion para despues de comulgar. r Gracias te doy, ó amabilísimo Jesuá, po éste inefable beneficio, que:de tu liberal mi. sericordia he recibido. Gracias te doy una y mil veces , por haberme alimentado con tu pre. ciosísimo Cuerpo y Sangre: Gracias te doy re. petidísimas, ó amorosísimo Redentor mio, por- que me has enriquecido con este celestial te. soro , en quien estan encerradas las riquezas de Cielo y Tierra. ¿Qué te daré, ó liberalísi mo Señor, por lo que me has dado? ¿Cómo seré yo agradecido í tanta misericordia? ¿Quién podrá dignamente pagar tan inmensos benefi. cios? Tú, Señor y Rey mio, eres la mejor re- 4ribucion y paga que mi alma puede darte, y así te ofrezco á tí mismo tus infinitos méritos, y preciosísimo Cuerpo y Sangre, que yo in- digno he recibido. Admírome. de considerar que tan Supremo Señor se haya dignado de abatirse 4 entrar en mi pobre morada. Dadme, Señor , licencia para que me una á tí, que eres piélago de infinita caridad. Humíllome hasta el polvo , besando tus sacratísimos pies con-el de- bido rendimiento: y como otra Magdalena no los dexaré hasta alcanzar un jubileo plenísimo, y remision de mis pecados. Ámote, Dios mio, mas que á'mi alma, porque eres infinitamen= A AA A