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352 “De la Confesion ses y fines particulares; y así, quien tal higo que tal pague. Pero aquí lo mas tremendo de veste caso y castigo que Dios quiso hacer, pera mitiendo , que aquel mal hombre lo declarase, Acabado de notar este testamento , sin mas Al. baceas y Testamentarios , al punto se cumplió, pues entrando una gran tropa Ú confusa legion de demonios en el aposento , asiéron al enfer mo , á la muger, hijos y Confesor, y log sumergiéron á todos en los profundos calabo» zos del infierno, donde estan y estarán pará miéntras Dios fuere Dios. Tremendo caso, y que hará temblar 4 qualquiera ; y en especial á los que los imitaren. ¡Gómo estarán ahora * aquellos desdichados” despedazándose con fu- ror y rabia: y sobre todo contra aquel infe- liz Confesor , que tavo gran parte de culpa eu este infausto suceso! En el qual se cum- plió á la letra lo que dixo David: Declinami tes autem in obligationes adducet Dominus cum “operántibus iniquitatem. (Psalm. 124.) Tez man y temamos todos, así penitentes, como "Confésores , no nos suceda semejante desdicha, Octavo Mandamiento, En el octavo Mandamiento , que es no le- “vantar falsos testimonios , mi mentir , me-acu- “so que he levantado falso testimonio en cosa de hióónra Ú crédito contra algunas personas. “Decir si fué en materia grave, y se siguió al. gun escándalo ó rencores y discerdias ó per: