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y Comunion. Trat. PTI 351 mo. Aquí todos aturdidos: el pobre Escribano, temblando como un azogado, hacia.como que escribia , pero sin formar letra. Prosigue el en- fermo; escriba usted: Ziem, mando el alma de mi muger ú- los demonios , porque jamas me fué á la mano, ni me corrigió en mis tra- tos ilicitos , ántes se alegraba por tener mas para sus galas y vanidades. Considérese có- mo estaria la triste muger ..que se hallaba pre- sente... El Escribano:, ni escribia , ni sabia don- de estaba, ni lo que le sucedia. El enfermo continuaba. con mas formidable voz: ltem, mando, que las almas de mis.hijos sean asimis- mo entregadas á dos infernales espíritus , pues ellos me. han ayudado:en.mi s.fraudes y enga- ños porque les quedara mayor, herencia. .Aquí fuéron los. yritos..de todos... Persuadíanle . que no-dixese..aquello, Creian, otros que era fre- nesí. En fin legóse el Confesor -,: intentando sosegarle ;..y. diciéndole que..mirase lo que de- cia, y. que se.arrepintiera de.sus culprs; pero agaí con rostro fiero y voz ya de condenado, deseschándale con ira: y. furor , notó. la última cláusula , diciendo: ltem, mando que el alma de mi Confesor..sea tambien entregada á los demonios, para que juntos con la mig , con la de. mi muger yy. de mis: hijos:,. padezca y arda. eternamente en el infierno, pues él.tiene la culpa de miscondenacion y por: no haberme ido.á la mano en mis tratos ilícitos, ni ne- gado la absolucion viéndome sin propósito. de la enmienda; ántes me absolvia por sus intere»

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