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y Comunion. Trat.VT. 245 m. Mas lo que sucede es , que con tanta carga ni pueden uno ni otro. Y los tales exe- cutores ordinariamente cuidan ante todas co- sas de asegurar sus salarios , comer y triunfar, aun andarse de lugar,en lugar, y Se queda la deuda casi en pie. Á esto se llegan las ex- torsiones que hacen en muchos pueblos los Ad- ministradores que están allí de asiento , porque si administran, no está seguro el puchero en la lumbre; y si se encabezan ha de ser como ellos quieren , aunque no se atreven algunos con los capitulares y ricos , porque los temen, y así todo cae sobre los pobres. Y otros hay gue quitan al pobre labrador sus frutos , y lo que con tanto afan y sudores ha adquirido, t0- mándolos en pago de aquellos tributos. exce- sivos al precio que ellos quieren , para lo que no suele alcanzar todo lo que cogen, ó le quitan la pobre ropa que tienen para abrigar- se 6 cubrir su desnudez, porque los Arren- dadores principales dan órdenes crueles y muy apretadas , así á los de asiento , como á los que andan de lugar en lugar, las quales executan con prontitud y rigor por complacerles y ha- cer méritos para que les den nuevas -comisio» nes, lNevando los dichos Arrendadores princi- pales el fin de sacar las doblonadas que ade- lantáron , y además de eso, quedar ricos aquel año, y muérase, d perezca el pobre vasallo. Y así se ve que muchos de estos tales 4 quatro dias tienen unas ganancias tan exórbitantes, leyaciones, ascénsos, tren, galas, fábricas,