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324 De la Confesion en un trono como confesonario, y allí va mans dando traer á todos los reos encadenados ,' pas ra que confiesen los delitos; y la penitencia que les da, es, mandar á los demonios que lor metan en mas dura mazmorra y calabozo. Extiéndese mas la acusación de este séptima Mandamiento, para varios estados y oficios de la República. Es tan universal este vicio de la codicia en todos estados, y nos hace temblar tanto ¿log Confesores, por la dificultad que hay en res. tituir y enmendarse, que'es muy convenienz te extender «algo mas la acusacion. No lo ex- trañes , piadoso Lector, pues aunque dirás qui- zá, que basta apuntarlo, pues ya sabe cada uno de lo que se ha de acusar; yo te diré que no basta, porque tengo repetidas experiencias, que en explicando estos puntos, - y desmenu- zándolos con alguna claridad, : da mucha mas luz, y despiertan cómo: de- un sueño, porque la pasion de la codicia tiene 4 muchos adormecidos , y como ciegos , y así vienen al confesonario conmovidos de lo que han oi- do ó leido, para acusarse,. y. buscar el reme- dio de sus almas. a Ml J.os Medicos , Cirujanos y Boticarios se acu- sarán , si curan ó recetan, ú: dan las medici- nas, sin saber bien su obligacion, 6 sino las dan legítimas , 6 llevan pór-ellas mas de lo jus to. Y si procuran aplicarse “al estudio , y asis-