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eras E 28 De la Confesión mordimientós de conciencia. Otras no quieren confesar si han levantado: algun falso testimo- nio , 6 han injuriado á alguna persona , porque el Confesor no les mande desdecirse ó pedir perdon , como si unos y otros no estuvieran obligados 4 la restitucion de hacienda ó fama, sin que el Confesor se lu mande. +A otras: tiene el demonio cautivas . por. raros.modos ; y es, quando sus madres las imponen 6. precisan á que se confiesen con sus mismos Confesores., y teniendo alginas culpas muy feas , ó algunos hurtos., ú otros defectos graves los callan , por no padecer aquel pudor y vergúenza natural, que les causará el ver quizá mañana encsu casa al Confesor con quien confesáron ; y así solo se acusan de cosas comunes. Por lo qual las madres deben hacer. en esto grave escriípulo, y no precisarlas , sino procurar que vayan con otros Confesores , $ dexarlas en su libertad. Y lo mismo digo á las amas , respecto de las eria- das. Otras, aunque se venciéron con la divi- na gracia , confesandó sus pécados enteramen- te; pero despues, por su flaqueza , acaso vol- viéron- á caer, y van 4 confesar con el mismo Confesor : porque si van con otro , hacen¿ui- «cio que las tendrá por malas , y sospechará que han caido en alguna culpa , y entónces lo callan por vergiienza, Si estas almas nó tienen aliento para vencerse , confesando con el co- nocido , busquen otro que no las conozca , $ con quien tengan mas confianza, que esto les es lícito. Por cautelar esto algunos Confesores prue