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248 De la Confesion por ninguna cosa soy condenada sino por lag lrages y adornos que tuve en mi persona, con los quales fuí peor que los demonios del. ina fierno y su fuego, el qual no abrasa. sino ú los condenados; pero el adorno de. las mu- geres á los santos y justos los consume ; y es- to.es los que mas aborrece el Altísimo en las mugeres. Dicho esto, viá la tal señora que cogiendo á la condenada dos- demonios, la echáron. con furia dentro de una-olla de plo- mo derretido. Vean ahora muchas mugeres que les aprovecharán sus confesiones y co- muniones , y ser castas , limosneras, abstinen- tcs y rezadoras, si sus. trages profanos , la desnudez de sus pechos y .bragos, y otras modas afrentosas. de decirse , sirven á los hom- bres de incentivo para la lascivia, sin resers varse lo mas sagrado del templo, ni aun qui- zá para el dia de Confesion. y Comunion. qe lástima y compasion causa á los zelosos mfesores , ver que lleguen á los: confesona- rios y comulgatorios algunas mugeres, ó ca- sadas ó doncellas , de conciencias muy hones- tas, pero en los trages parecen rameras ó da» mas Cortesanas , engañadas con diabólicas su- gestiones de queno tienen mala intencion, que así se usa, que gusta su padre ó madre, 6 marido (aunque quizá lo sienten y toleran 4 mas no poder.). Tambien dicen que les nota- rán de singulares ó miserables si no haten lo que las otras , que así se lo han dado , que asi lo hizo el Sastre. Pues enmiéndalo, ó echa-

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