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20 * De la Confesion fesor ) dí no mas de esto : Criador mio; pequé contra tí; me pesa de haberte ofendido , perdó- name. Eso.no diré yo, respondió el demonio. Pues anda , perro maldito , vete 4 los infier- pos ; y al punto desapareció. De estos exem- plos puedes inferir quín importante es la Con- fesion-, pues hasta el mismo demonio tiene en- vidia de tanto bien: No obstante este «médio tan-eficaz- que- nos ha dexado. Dios en-su Iglesia para conseguir la gloria , vemos que dice San Agustin, San Juan Chrisóstomo , y otros muchos santos Doc- tores : Que de los Christianos son mas los que se tondenan , que los:que se salvan. ¡Tremenda proposicion ! Pues ¡válgame Dios! si-casi to- dos vemos que se confiesan , 6. en la vida , 6 á lo ménos-en la hora de la muerte, es muy raro cl que falta en esto ; yes de fe que por la bueúa Confesion se salva qualquiera ,. por gran pecador -que sea ,; ¿cómo se condenan tantos ? A esto responden , y ello'es patente: Que ésto sucede. por malas Confesiones. Usan mal de tan santa medicina ; y así seve por experiencia en- el confesonario , que multitud de- personas callan muy feas: culpas por ver- giienza , ó las explican con rebozos ,. con cír- culos y ambages : tanto ¿ que dice el: apostó- lico Padre Gavarri , Observante , en sus JIns- truícciones . que de las quatro partes de-álmas que se condenan , una es por callar pecados por vergiienza. El V.. P.-Fr. Feliciano. de Se- villa, zelosísimo. Misionero.Capuchino (á quien

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