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y Comunion. Trat. TY. 229 por esta causa! Síguense tambien Otros males, como son pendencias, porfas, emulaciones, envidias, quejas, y disgustos: á que se aña- den ya los convites y gastos superfluos y comi- lonas , faltando quizá para el sustento de la fa- milia y otras obligaciones. Y “no ménos sirve de mal exemplo y escándalo, pues el otro y la otra no quieren ser ménos en sus Casas en se- mejantes funciones; con que no alcanzando para tanta vanidad y gasto el bolsillo, viene £ parar en trampas ó deudas, y algo mas. ¿Son estos daños y perjuicios verdaderos? Respon- da la conciencia de cada uno. Pues qué, si juntamos ú estos bayles los n= fernales juegos que el demonio ha introducido, especialmente en los lugares cortos, aunque tambien se extiende este contagio 4 los gran- des, y en casas de: gerite principal, con pre- texto de divertirse las noches de Pasqua y de Carnestolendas, y'en otras grandes fiestas , que Dios nos ofrece para santificarlas, confesar y comulgar , y emplearse en otras buenas obras: y muchos y muchas las adulteran con tales juegos. ¡Ó qué multitud de pecados se conte= tón en estas juntas! Estos són unos juegos en que logra el atrevimiento de los insolentes la ocasion, que' fuera del juego les negó la hon- rilla 6 el recato. Juegos en que aprende la ino- cente doncellita, lo qué fuera mejor que ig- norara. Juegos que suelen ser veras de perder sú honestidad la matrona más récatada. Y jue- gos que suelen ser- causa” de mil” deshonras: y MLAARIOE RARA ZE 7 E